🦖 Entre la vegetación, Robert Muldoon ha detectado al velociraptor. Se acerca sigilosamente, armado con su rifle. Sin perder de vista su objetivo, se quita el sombrero y prepara el disparo. El dinosaurio parece no sospechar que pronto será víctima de un cerebro superior al suyo; de un primate alzado sobre el resto de criaturas de la Tierra. Inesperadamente, a la altura del rostro de Muldoon, emerge de la espesura el hocico de un segundo velociraptor. Le han tendido una emboscada. El guardabosque de Parque Jurásico tan solo alcanza a decir dos palabras, antes de ser devorado: «Chica lista». 🧠
🦇 «Ser un vampiro en el reino animal no es fácil. Su alimento, ese líquido rojo que llamamos sangre, se halla en el interior de otros animales. Por tanto, el primer reto al que se enfrentan los hematófagos consiste en encontrar el huésped adecuado. En segundo lugar, tienen que acceder al torrente sanguíneo de sus víctimas, el cual fluye bajo una capa de piel, pelos, plumas o escamas. Obviamente, dicha búsqueda debe realizarse con la mayor cautela posible para así evitar cualquier acción defensiva. Todo ello con el único fin de degustar un buen trago de sangre. Pero aquí no acaban los problemas.» 🩸
🐸 “Pasar desapercibido en una ciudad es difícil cuando eres un puma. Si lo fueras, en cuanto una de tus patas pisara el asfalto, todas las miradas de los humanos se posarían sobre ti. Te verías obligado a emprender la huida, agazaparte entre los coches aparcados y saltar muros. Lo más probable es que la incursión terminase con tu captura, sedación y posterior liberación lejos del lugar. En el caso de que los ciudadanos estuvieran encerrados en sus casas, supongamos que a consecuencia de un virus, la aventura tal vez podría durar un poco más. Pero ten por seguro que el resultado sería el mismo.” 🌎
🐸 ¿Qué tienen en común las ranas y los gibones conocidos como siamang? ¿Y las aves fragatas con las focas capuchinas? Todos estos animales inflan una parte de sus cuerpos con diversos cometidos. Y no son los únicos 🌎
🕷 “La araña se movía, decidida, entre los dedos metálicos. Sus ocho patas usaban los improvisados peldaños para ir de la palma al dorso y viceversa. Un circuito infinito del que el arácnido no parecía ser consciente. Aquella visión, o tal vez la extraña música que sonaba de fondo, me mantenía hipnotizado… Hasta que volví a escuchar su voz.” 🦾
🦖 “Hace millones de años que los tardígrados, diminutas criaturas famosas por su resistencia, viven en la Tierra. Estos animales fueron testigos de la destrucción del reino de los dinosaurios o del alzamiento de las plantas sobre los continentes. Probablemente el origen de su linaje se remonta hasta el Cámbrico, cuanto el planeta estaba dominado por una extraña fauna de aspecto casi alienígena. Sin embargo, las pistas fósiles para construir el árbol evolutivo de los tardígrados brillan por su ausencia.”
🤩 “Una noche, el investigador Jonathan Martin se encontraba explorando un bosque cercano a su casa, en Wisconsin. Iba armado con una linterna de luz negra, rebuscando destellos entre musgos y líquenes. De repente, una ardilla voladora se cruzó en su camino y, tras enfocarla, se ilumunó de color rosa. Espoleados por la curiosidad, un grupo de científicos rastrearon el extraño fenómeno entre ejemplares conservados en museos y criados en cautividad. Sus sospechas se confirmaron y fueron publicadas en 2019: habían descubierto un total de tres especies de ardillas voladoras que brillaban bajo la luz ultravioleta. Concretamente eran la ardilla voladora del norte (Glaucomys sabrinus), la ardilla voladora del sur (G. volans) y la ardilla voladora de Humboldt (G. oregonensis). Fue el pistoletazo de salida. Al año siguiente, se confirmó también dicha característica en los, ya de por sí raros, ornitorrincos (Ornithorhynchus anatinus). Luego fue el turno de wombats (Vombatus ursinus) y demonios de Tasmania (Sarcophilus harrisii), que resplandecían en azul. Recientemente, en febrero de 2021, dos especies de liebres saltadoras (Pedetes capensis y P. surdaster) escribieron su nombre en la lista de animales biofluorescentes. Pero podemos decir que llegaron tarde porque, en esta suerte de discoteca biológica, ya había muchas más especies.”
🌊 «En un mundo donde somos capaces de documentar cualquier evento con tan solo sacar el móvil del bolsillo, parece increíble que algunos animales logren eludir las cámaras. Sin embargo, incluso en el siglo XXI existen especies que nos lanzan una burla socarrona desde la oscuridad, dejando nuestra curiosidad desamparada. Los calamares gigantes (Architeuthis dux) bien podrían entrar en esta descripción. A pesar de ser protagonistas de numerosas leyendas desde hace siglos, las primeras fotografías de dichos moluscos en su medio natural se remontan a una fecha tan reciente como 2004. Desde entonces, pocas veces hemos logrado captarlos en imágenes, y siempre en instantes demasiado breves. Unos segundos que contrastan con las horas de trabajo dedicadas a ello, a la espera de que se acerquen a degustar los cebos lanzados a las profundidades.«
📝 “Las palabras del señor McKenzie, reflejadas en una carta que remitía al biólogo William B. Benham, describían cómo el mito se había materializado delante de sus narices. Según aseguraba, un día vio a un kea atacar y aferrarse al lomo de una oveja la cual, aterrada, saltaba y corría en todas direcciones. Con su pico, el ave hurgaba a través de la lana tratando de llegar hasta la carne. Aunque a su juicio no estaba buscando comer sus riñones, tal y como se relataba desde hacía tiempo. El pánico hizo a la oveja separarse de la manada, dirigiéndose en línea recta hacia un precipicio mientras el ave se mantenía firme en la grupa gracias a sus garras. Cuando la gravedad reclamó a la víctima, el verdugo la soltó y desplegó las alas para seguirla en la caída. En ese breve instante ambos animales desaparecieron ante los ojos atónitos de McKenzie.”
¿Qué encierra un paquete de Doritos? Crédito: Kundl
¿Saben? en ocasiones veo fantasmas. Pero no de esos espíritus malhumorados que encantan mansiones o se comunican a través de una ouija. Los espectros que me visitan son cultos, personalidades que hicieron carrera en la Historia, con mayúscula, o que escribieron un capítulo importante de la ciencia. En sus visitas no buscan que les ayude a resolver un crimen, sino que más bien son invocados cuando me encuentro ante objetos donde confluyen ciencia e historia. En el caso que nos ocupa, unos aperitivos de maíz frito con sabor a queso. Unos nachos.