
Si tuviéremos techos verdes a gran escala en las ciudades podríamos reducir las conocidas como islas de calor. Así haríamos frente a los efectos del cambio climático y conseguiríamos que el golpe en ciudades como Sevilla sea menor. Pero los techos verdes y los jardines verticales tienen más ventajas para las ciudades: reduce la temperatura interior de los edificios (con el consiguiente ahorro energético), se reducen los problemas de aguas de escorrentía, atrapa la contaminación, aumenta la biodiversidad, hace la ciudad más atractiva para el turismo y tiene efectos psicológicos positivos sobre los ciudadanos. Mientras que sus efectos negativos son pocos y de fácil solución.
En la Oficina de Sostenibilidad de la Universidad de Sevilla, hablamos con Luis Pérez Urrestarazu, investigador y profesor de la Universidad de Sevilla, sobre el trabajo que desarrolla su grupo de investigación, Naturación Urbana e Ingeniería de Biosistemas, en el campo de los techos verdes.
Su grupo de investigación estudia lo que se conoce como naturación urbana ¿a qué se refiere este término?
La naturación urbana es es un término que sale del urban greening y se refiere a toda forma de enverdecimiento urbano desde la forma más convencional, como yo la llamo, mediante parques, jardines, arbolado urbano y también mediante una forma no convencional. Aquí podemos meter elementos vegetales que no son comunes como fachadas verdes, con plantas trepadoras o jardines verticales, y la forma más común de naturación de edificios que serían los techos verdes.
En nuestro grupo de investigación estudiamos toda la naturación urbana. Sobre todo nos estamos focalizando en la naturación urbana no convencional. En las ciudades queda poco espacio para destinarlo a zonas naturales y a veces el precio del suelo lo hace inviable. Esto nos mueve o a no poner más o a utilizar los edificios, que de esos tenemos un rato. Es evidente que un alto porcentaje de la ciudad son edificaciones. En el plano horizontal tenemos los techos y en el vertical las fachadas ¿por qué no utilizarlos?
Has comentado que una de las medidas de naturación urbana sería la construcción de techos verdes ¿Es qué consiste esta técnica?
Básicamente un techo verde es la colocación de elementos vegetales sobre la cubierta de un edificio o una casa. Podemos tener techos verdes naturales, que los hemos tenido siempre cuando las semillas de las plantas se depositan ahí, o ahora lo que se hace es crearlo de forma artificial. Los hay de varios tipos. Uno de ellos se conoce como extensivo que necesitan muy poco sustrato, tiene menos carga dentro del edificio y usa plantas de cobertura como el césped. Después tenemos los intensivos que necesitan un mayor espesor de sustrato y aquí podríamos poner hasta árboles. Claro, esto ya no es tan fácil de poner ya que la capacidad del edificio tiene que soportarlo. Entre ellos está la categoría semi intensiva donde podemos poner especies vegetales de menor porte.
Con respecto a los sustratos, hay mucho tipos. Cada empresa tiene su tipo de sustrato y sistema, con su propia formulación que incluso es secreta. En los techos verdes debemos tener en cuenta el tema del drenaje y que sea ligero pero no demasiado para que se lo lleve el viento. Lo más normal es que se use una mezcla de sustrato que tenga un poco de materia orgánica y después le puedes meter vermiculita u otros materiales.
Para una ciudad como Sevilla ¿qué ventajas ofrece la instalación de techos verdes?
Estamos estudiando la capacidad de la vegetación urbana para bajar la temperatura, contrarrestando las islas de calor. Y en concreto queremos saber cómo repercuten los techos verdes en la bajada de temperatura. Está demostrado que al tener un techo verde los edificios están más aislados. Esto repercute en el tema ambiental ya que se reduce el gasto de aire acondicionado, reduciendo las emisiones. Esta reducción de temperatura es más efectiva en ambientes cálidos, por lo que sería recomendable instalar techos verdes en Sevilla. Si tuviéramos techos verdes a gran escala en la ciudad, podríamos reducir las islas de calor. De forma que estaríamos mitigando los efectos del cambio climático y haciendo la vida en las ciudades más llevaderas. También pueden actuar como sumideros de CO2, aunque para esta función es más efectivo tener un buen arbolado o bosques periurbanos. Otra ventaja la tenemos en cuestiones de hidrología urbana. Con un techo verde se retarda la descarga de agua al desagüe, con lo cual se reducen los problemas de hidrología urbana que se suponen aumentarán con el cambio climático.
También hay que tener en cuenta otros beneficios como son los psicológicos y los económicos. Nosotros hicimos un estudio en el jardín vertical del Hospital Sagrado Corazón. Por un lado evaluamos la repercusión mediática que el hospital había tenido gracias al jardín vertical y vimos lo que eso les hubiese costado si hubieran pagado la publicación. Por otro, se hicieron una serie de encuestas a los usuarios para ver qué sentían o si realmente se sentían beneficiados. El resultado fue que se recuperaba más del doble de lo que se había invertido de forma indirecta, teniendo en cuenta el mantenimiento durante diez años, y que además los usuarios estaban encantados.
Los beneficios de los techos verdes hay que verlos en conjunto para comprobar que salen a renta. También tenemos que sumar la bajada de temperatura en el exterior, el tema de biodiversidad o si el edificio se vuelve atractivo para ser visitado. Ahora bien, tener un techo verde tiene repercusiones y beneficios puntuales sobre ciertas personas. Pero para que tenga un efecto global a nivel de ciudad no vale con un techo verde, ni dos ni tres. Lo que hace falta es tener muchos, pero pensando bien las zonas que queremos usar.
Otra de sus ventajas es que nos podrían ayudar a combatir la contaminación ¿Cómo sería esto posible?
Hay muchos mecanismos, se habla de biofiltración de contaminantes, de fijación de contaminantes o de fitorremediación, que son conceptos similares pero que usan procedimientos distintos. A la hora de aplicarlos hay dos formas de hacerlo, de forma pasiva o de forma activa. La normal es la forma pasiva. Cualquier elemento vegetal retiene partículas de polvo que después se lavan con la lluvia. Además también se ha demostrado que ciertas especies vegetales tienen una capacidad de absorber ciertos componentes, sobre todo los volátiles. Simplemente por estar la planta ahí vamos a tener ese beneficio. Nuestro grupo de investigación quiere ir un poco más allá, no en el caso de techo verde, sino en el caso de jardines verticales. Nosotros los llamamos elementos activos o biofiltración activa porque forzados el paso del aire a través del jardín vertical. Con lo cual multiplicamos el efecto beneficioso. Además se ha observado que no sólo la parte aérea es la que capta los contaminantes, sino también los microorganismos asociados a la parte radicular. Nuestra hipótesis es que al pasar el aire a través de la zona radicular se va a aumentar mucho la eficiencia de estos sistemas.
Hemos hablado de muchas ventajas ¿Cuáles serían sus desventajas?
Las ventajas que hemos comentado se pueden tornar en inconvenientes. Hay personas que opinan que teniendo un techo verde vas a tener más animales en casa. Esto es verdad. Es una desventaja desde el punto de vista de las personas más urbanitas que no quieren tener naturaleza al lado. Realmente desventajas hay dos, que están relacionadas. Una es el coste y otra es el mantenimiento. Por un lado tienes el coste de instalación, que puede ser una gran inversión pero que no tiene por qué ser tan importante. Pero después tienes que realizar un mantenimiento que conlleva otro coste y que necesita de un personal especializado ya que el mantenimiento es más complejo. Desde mi punto de vista estas son las problemáticas fundamentales. Existe una tercera que es la estructura que tenemos de edificios y viviendas. El tema de quién dice que sí y quien dice que no. Quién lo paga y quien lo mantiene. Unos dirán que sí, otros que no. Para iniciar el ciclo, debemos irnos a edificios oficiales, de universidades o empresas por ejemplo, donde no hay esos problemas.
¿Y qué me dice de las humedades?
Hemos hablado de los inconvenientes, ahora vamos a hablar de los prejuicios. La gente piensa que las humedades van a suponer un problema, pero es al contrario. Cuando pones un techo verde antes tienes que preparar la cubierta y sobre esa cubierta tienes que poner un elemento de drenaje que irá por debajo del techo verde. No sólo no trae problemas de humedades, sino que si está bien ejecutado los evita. Si tienes un techo normal y falla el aislamiento tendrás humedades cuando llueva. Pero si tienes el techo verde pues cuentas con un sistema de drenaje por encima del aislamiento. Tienes el aislamiento normal del edificio, el aislamiento del techo verde, el sistema de drenaje y el techo verde en sí. Tienen que fallar muchas cosas para que te lleguen las humedades.
Existe mucho desconocimiento sobre el tema. El primer paso que tenemos que dar es concienciar a la gente sobre lo que es un techo verde, porque realmente no lo saben. Lo primero que ven son todos inconvenientes. Tenemos que concienciar sobre las ventajas de los techos verdes y hacer que conozcan bien el sistema. De esta forma, mucho de lo que se ve como inconveniente deja de serlo.
¿Crees que debería existir una legislación o implicación de la administración que ayude a superar, por ejemplo, el coste de creación y mantenimiento?
Solo tenemos que echar un vistazo a nuestros vecinos en Europa y en EEUU. En algunos países está ya incluido dentro de sus ordenanzas. Aquí, por ejemplo, si construyes un nuevo edificio cierto porcentaje de la cubierta tiene que ir con placas solares. Pues el mismo requisito lo tienen para los techos verdes en otros países. Esto es una forma de conseguir que se instale. Otra forma es ofreciendo deducciones fiscales para el que lo ponga. O ayudas. La gente no lo sabe, pero la Agencia Andaluza de la Energía tiene ayudas para poner elementos que mejoren la eficiencia energética de la edificación y ahí entran los techos verdes.
Además de tus estudios en en techos verdes, también has investigado el sistema de riego en los cultivos de Andalucía. ¿En qué ha consistido estos trabajos?
Desde mi tesis doctoral también estudio la gestión de agua para el riego. Lo que hacemos es comparar distintas comunidades de regantes entre sí e incluso de forma interna a lo largo de los años. El objetivo era ver cuáles eran las mejores prácticas y conseguir que las comunidades de regantes que peor funcionaban adoptaran la gestión del riego de las que funcionaban bien. Por ejemplo vimos como una tarificación binómica, antes se hacía por hectáreas, redunda en un mejor uso del agua.
Me ha llamado la atención que en estos estudios habéis visto que la modernización del riego tiene efectos secundarios. ¿Cuáles serían?
Es cierto que la modernización del riego conlleva ahorro de agua, pero depende de a qué nivel lo miremos. Realmente sí se reducía el agua, pero las comunidades de regantes acababan poniendo más agua para el riego. Lo que resultaba en que la reducción del agua no era real. Aunque el principal problema era el tema energético. Se ha pasado de un sistema de distribución de agua por conducciones abiertas, canales y acequias, a un entubamiento y a un sistema de distribución de agua a presión. Esto facilita que los regantes utilicen en vez de riego a manta un sistema de riego localizado. Esto el problema que tiene es el coste energético. Antes el agua iba por gravedad y ahora no, hay que bombear porque los distintos hidrantes necesitan cierta presión. Unido a la subida de la luz, ha hecho que las facturas de las comunidades se engrosen. Esto ha llevado a la paradoja de que en vez de mejorar, que no quiere decir que sea malo, hay mucha gente que ha preferido pasarse a un regadío de secano porque no les renta. Porque tienes que poner un cultivo que sea económicamente viable frente al coste.
Vuestro grupo de investigación también trabaja con el riego en los campos de golf ¿Qué estáis investigando ahora?
Estamos buscando estrategias para dejar el césped sin regar en verano y ver cómo se recupera. Tradicionalmente existe un problema con los campos de golf que se refiere a que si tenemos poca agua y la usamos para campos de golf, no la podemos usar para temas agrícolas. Esto es un tira y afloja en términos políticos. En este debate tenemos que poner los costes del agua frente a los beneficios. Se habla ahora de lo que es el agua virtual o de los mercados del agua. Por ejemplo, si compras una naranja, realmente lo que comprar es agua y le estás dando un valor a ese agua. Entonces si importamos la fruta de Sudamérica, pues estamos importando el agua de allí. Algunos plantean que igual renta más importar el agua y destinar la de aquí para otros usos como los campos de golf, ya que puede tener un rendimiento económico mayor.
Otra cuestión es que dependiendo de cómo hagas el manejo del agua puedes gastar más o menos. Por ejemplo, el origen del agua muchas veces es distinto, puede ser agua regenerada que nunca te va a llegar a ti porque no se usa para temas agrícolas. Entonces, podemos plantear hacer esto y después llevar a cabo estrategias de ahorro de agua. Por ejemplo, en verano no se riega, aprovechando la gran capacidad de rebrote que tiene el césped, que entra en dormancia. Eso sí, se pone marrón y feo, pero ya está. Después en un par de meses está recuperado o incluso antes. Estos son los estudios que estamos realizando ahora.