
Un tomar facial, que se transmite entre individuos, ha llevado al borde de la extinción al demonio de Tasmania. Crédito: WSU.
En el año 1996 se documentó por primera vez un extraño tipo de tumor facial en demonios de Tasmania. Esta enfermedad tenía una peculiaridad: era capaz de transmitirse entre los individuos de la población 😯 Desde entonces, el tumor ha matado al 80 % de los demonios que viven en Tasmania, llevando a la especie al borde de la extinción 😥 Pero existe cierta esperanza. Científicos australianos descubrieron en 2017 una población en la que algunos demonios con tumores no acabaron muriendo, sino que los tumores desaparecieron por sí solos.
Este hecho llamó la atención de investigadores de la Universidad del Estado de Washington 🤔 Para descubrir por qué se había producido, secuenciaron el genoma de siete de los demonios de Tasmania que se habían salvado por la regresión de los tumores. Su estudio descubrió genes y variaciones genéticas, relacionadas con la respuesta inmune, que pueden ser claves en la regresión tumoral. Este descubrimiento podría ayudar a desarrollar un tratamiento que frene la extinción de la especie 💪
Aunque rara, la regresión de un tumor no es un fenómeno exclusivo de los demonios de Tasmania. También se ha documentado en casos de cánceres humanos, aunque sus causas son bastante desconocidas. En 1986 se documentó por primera vez en un paciente con carcinoma de células de Merkel. Desde entonces ha ocurrido otras 22 veces. Los investigadores creen que la investigación en los demonios de Tasmania también nos puede ayudar a identificar los mecanismos generales de la regresión tumoral en humanos.
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Más información:
Genetic mutation drives tumor regression in Tasmanian Devils