Camina como una hormiga si quieres sobrevivir

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2–3 minutos
Siler collingwoodi, una araña que imita el movimiento de las hormigas.
Siler collingwoodi, una araña que imita el movimiento de las hormigas 📷 Yuchang Chen

🐝 El mimetismo batesiano es un fascinante ejemplo de cómo la evolución moldea las especies. En estos casos, la selección natural favorece a aquellas especies inofensivas que son capaces de imitar el aspecto de otras criaturas desagradables o peligrosas para los depredadores. De esta forma, la apariencia antidepredadora de avispas, mariposas tóxicas o serpientes venenosas es replicada a modo de disfraces intimidatorios 🦋

🕷️ Dichos disfraces pueden ser increíblemente precisos, llegando a imitar no solo el aspecto sino también la forma de moverse del modelo. Por ejemplo la araña saltadora Myrmarachne formicaria, además de replicar la apariencia de las hormigas, emula el ajetreo de dichos insectos e incluso mueve sus patas delanteras para hacerlas pasar por antenas. El motivo por el que algunas especies usan esta estrategia debemos buscarlo en el poder del hormiguero. Quien ose zampar hormigas tendrá que hacer frente a un pequeño pero intimidante ejército 🐜🐜🐜

De un primer vistazo, las arañas Myrmarachne formicaria parecen hormigas. Pero sus cuatro pares de patas les delatan.
De un primer vistazo, las arañas Myrmarachne formicaria parecen hormigas. Pero sus cuatro pares de patas les delatan. 📷 Zygy

🔍 Podemos suponer que a mayor precisión más óptimo será el mimetismo batesiano. Sin embargo, a lo largo del árbol evolutivo abundan los ejemplos donde dicho mimetismo es inexacto. Este es el caso de Siler collingwoodi, un tipo de araña saltadora cuyo aspecto ni siquiera nos recuerda a las hormigas aunque camina como ellas: alza las patas delanteras para simular las antenas, mueve el abdomen y levanta las patas de igual forma. ¿Es suficiente esta réplica? Investigadores de la Universidad de Pekín descubrieron que dicha estrategia logra engañar a Portia labiata, una araña saltarina especializada en cazar otras arañas. Para esta segunda especie, confundir una presa con una hormiga podría ser fatal, así que la cautela se impone ante una vaga copia 🕷️🐜👀

🤔 ¿Entonces la estrategia de Siler collingwoodi es imperfecta? En realidad, nuestra protagonista combina su no tan refinada actuación con otro tipo de defensa. El brillante aspecto de estos arácnidos (con tonos metálicos naranja y azul) se corresponde con una forma de camuflaje, gracias al cual logran mezclarse entre las plantas. Camuflaje y mimetismo combinados en un solo disfraz, tejido magistralmente por la evolución 😯

🐜 Sin embargo, los investigadores chinos también descubrieron que esta combinación no resulta efectiva ante las mantis religiosas de la especie Gonypeta brunneri. La imitación de las hormigas no disuade a estos depredadores, probablemente porque son considerablemente más grandes que sus presas. Las mantis pueden permitirse confundir una araña con una hormiga, ya que engullir ambos tentempiés no les supondrá muchos problemas 🌏

Podéis leer más sobre esta historia aquí 👉 Is it an ant? Is it a plant? No, it’s a spider! (EurekAlert)

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