
🍄 Carroñeros, detritívoros y saprófitos conforman una amalgama de criaturas que pululan por el alcantarillado de los ecosistemas, actuando como una suerte de fontaneros. Estos organismos desmenuzan, descomponen y degustan un variado menú de materia muerta, desechada o excretada por el resto de eslabones de la cadena trófica. Esta vorágine de gourmets impulsa los nutrientes a través de una continua degradación, hasta situarlos de nuevo en la casilla de salida, a la espera de ser reclamados por las plantas 🌱
🌳 Toma cualquier punto de un ecosistema y verás a los fontaneros actuando. Por ejemplo, el 90 % de la biomasa vegetal no será consumida por las legiones de herbívoros, siendo su destino convertirse en hierba seca, engrosar la hojarasca o representar el fantasma de un árbol. Cuando un árbol muere, su madera puede persistir durante décadas, mientras hace frente a una sucesión de descomponedores 🪵
🪲 Los primeros en aparecer son los escarabajos que se alimentan de corteza y madera, reduciendo parte a heces y pequeños fragmentos. Mientras tanto, hongos y bacterias aprovechan las galerías creadas por dichos insectos para alcanzar el interior del tronco. La acción de estos descomponedores ablanda y humedece la madera, permitiendo así el asentamiento de musgos, líquenes y otros artrópodos que acelerarán el proceso. Ahora entran en escena nuevos hongos capaces de degradar las sustancias más persistentes, como la celulosa y la lignina. Finalmente, el tronco se ha desmoronado en un montículo de materia marrón rojiza, cuyas partículas se entremezclan con el resto del suelo 🪱

💀 El cadáver de cualquier animal nos cuenta una historia similar, donde su influencia sobre el resto del ecosistema dependerá de la cantidad de carne, vísceras y huesos aportados. Conforme tiene lugar la sucesión de carroñeros, tanto vertebrados como invertebrados, la descomposición del cadáver cambia la química y comunidad microbiana del suelo subyacente. En este punto la muerte se transmuta en vida, ya que los nutrientes liberados impulsan la abundancia, crecimiento y floración de las plantas circundantes. La carrera del salmón es un fabuloso ejemplo de ello 🤔
🐟 Cuando los salmones regresan a los ríos para desovar, no solo protagonizan una gesta increíble sino que también están transfiriendo nutrientes del mar a los bosques. Tras el festín de peces, los osos grizzly dejan esparcidos por el suelo del bosque gran parte de su captura, convertida ahora en carroña a disposición de otros. Igualmente, los salmones que yacen muertos en el río, aquellos que son capturados por otros depredadores o incluso parte del desove, aportarán más nutrientes, tras la oportuna actuación de los descomponedores. Como consecuencia, el nitrógeno marino incorporado a las entrañas del salmón acaba llegando a las acículas de un abeto que crece a cientos de metros del río 🌲

🐊 La carroña también ha resultado ser esencial para dar vida al río Mara, en África. Cada año, aproximadamente 1,2 millones de ñus migran a través del Serengueti. Durante el famoso cruce del río Mara, donde deben esquivar las fauces de los cocodrilos, muchos ñus mueren ahogados. Según un estudio de 2017, tras estos ahogamientos masivos ingresan anualmente en el río unos 6.250 cadáveres, cuya biomasa equivale a 10 cadáveres de ballenas azules de tamaño moderado (unas 1.100 toneladas). Durante varias semanas, la carroña será aprovechada tanto por animales terrestres como acuáticos. Aunque gran parte de dicha materia está representada por hueso, el cual tarda unos siete años en descomponerse y supone un importante aporte de fósforo para el ecosistema. Según otra estimación, publicada en 2020, los ahogamientos masivos de ñus aportan 220.000 kg de hueso por año al río Mara 🦴
💩 Los excrementos, otras sustancias excretadas como la orina o cualquier materia desechada, también son susceptibles de convertirse en el sustento de muchas criaturas. Cada día, un elefante africano macho adulto puede comer unos 150 kg de biomasa vegetal, parte de la cual será expulsada como excrementos, hasta 100 bolos con un peso de 1 a 2 kg cada uno, en unas 20 a 30 defecaciones esparcidas durante el mismo tiempo. En todo el mundo, el fruto de los traseros ha resultado ser abono para la evolución. Alrededor de una boñiga de vaca, por ejemplo, pueden darse cita unas 200 especies de animales, principalmente insectos. De entre los coprófagos, los escarabajos peloteros son las estrellas indiscutibles. Las aproximadamente 6.000 especies conocidas de escarabajos peloteros son cruciales para evitar la acumulación de heces y, por supuesto, favorecer el movimiento de los nutrientes 🌱
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Necrobiome framework for bridging decomposition ecology of autotrophically and heterotrophically derived organic matter (Ecological Monographs)
How salmon feed flowers & flourishing ecosystems (EurekAlert)
Annual mass drownings of the Serengeti wildebeest migration influence nutrient cycling and storage in the Mara River (PNAS)
A River of Bones: Wildebeest Skeletons Leave a Legacy of Mass Mortality in the Mara River, Kenya (Frontiers)

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