
🙃 ¿Qué pensaríais si os dijera que la Gran Pirámide de Guiza no fue construida por los humanos? Lo sé, me tomarías por loco. Pero permitidme usar este recurso algo fullero para iniciar esta curiosa historia. Si examinamos de cerca cualquiera de las enormes piedras de la pirámide de Keops, veremos que son algo peculiares: tienen incrustados discos similares a monedas. Al analizarlos mejor, observaremos que estas estructuras presentan largas espirales subdivididas en pequeñas cámaras 🧐
🌊 Estas extrañas monedas pétreas son en realidad los fósiles de unos increíbles seres marinos: los foraminíferos. Concretamente son conchas de Nummulites, unas criaturas unicelulares ya extintas y que podían medir hasta 5 cm de diámetro. Cuando estos organismos murieron, sus conchas acabaron en el fondo marino donde se unieron al sedimento para finalmente crear rocas sedimentarias ⛰
🌍 Las rocas que usaron los egipcios tuvieron este mismo origen. Se formaron durante el Eoceno temprano en las aguas del mar de Tetis hace unos 50 millones de años. Tal y como explica Lewis Dartnell en su libro Orígenes: “Las tumbas de los faraones están hechas de una miríada de deposiciones de los restos esqueléticos de un gigantesco organismo unicelular marino.” 😮
📜 El nombre Nummulites proviene del latín y significa “pequeñas monedas”. Sus fósiles son comunes en los alrededores de El Cairo. Cuando se separan de las rocas, acaban ocultos entre las dunas, motivo por el que los beduinos los conocían como “dólares del desierto”. Estrabón, el geógrafo e historiador griego, supuso que eran lentejas petrificadas sobrantes de la comida servida a los mismos esclavos que construyeron las pirámides 🤔

Datos que se quedaron en el tintero 🖋
Por lo general, los foraminíferos tienen un tamaño menor de 1 mm. Pero en su catálogo podemos encontrar verdaderos gigantes celulares. El mayor de ellos, un xenofióforo de la especie Syringammina fragilissima, es un organismos unicelular multinucleado que alcanza los 20 cm de diámetro. En comparación, la célula humana más grande, el óvulo, mide una décima de milímetro de diámetro.
Puedes leer más sobre esta historia aquí 👇
Orígenes, Lewis Dartnell
El Pulgar del Panda, Stephen Jay Gould
🌳🐅🌳 Formando un cuarteado dosel de árboles. O una maraña de tallos, hojas y ramas. Creando una tela a través de la cual se escurre, para bailar con las sombras, la luz del Sol. Y entre ese baile, se esconde, repta, corre, salta, vuela, crece, compite, devora, es devorada y se descompone. La verás por todas partes, en el día y en la noche. Incluso más allá de la delgada capa de hojarasca y del húmedo barro que puedas excavar con tus manos. Incluso bajo la superficie de ríos imparables o tocando las nubes. Y más allá. Rodeada por el inmenso azul de océanos y mares. Medrando en lo más profundo, en los lugares donde el Sol cede su reino a otras fuerzas. También allí donde solo parece que hay arena y rocas azotadas por el calor. O donde el hielo y el frío reclaman su blanco dominio. O en tu interior, frenético, ordenado y apetitoso para amigos y enemigos. La vida, desafiante y cabezota, se pega a las todas superficies, rugosidades y escondrijos de la Tierra. Sobrevive y evoluciona, en una larga cadena temporal de criaturas que enmudece las décadas, siglos y milenios que puedas contar. Y ahí estás, Homo sapiens, pidiendo respuestas sobre los misterios de la vida. La ciencia tiene las respuestas que exige tu curiosidad. Y aquí, en Myrmarachne, te las relato 🌎 🌍 🌏
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