
🌍 Según una investigación publicada recientemente, solo el 3 % de la superficie terrestre de la Tierra está ecológicamente intacta. Es decir, dichas regiones son las únicas que mantienen la misma flora y fauna de hace 500 años, lo cual permite el correcto funcionamiento de los ecosistemas que conforman.
🚗 Es evidente que la humanidad ha cambiado las reglas del juego, creando un escenario catastrófico para muchas especies. Sus adaptaciones no les sirven para hacer frente a los distintos jinetes del apocalipsis ambientales. El biólogo Richard Dawkins lo expresa de la siguiente forma en su libro El fenotipo extendido: “La respuesta antidepredador del erizo que consiste en enrollarse formando una bola es tristemente inadecuada frente a los automóviles.” 😢
🤔 Sin embargo, por nuestra parte sería ingenuo pensar que la vida, experta en eso de sobrevivir a catástrofes, no va a encontrar la forma de salir adelante en el caos que estamos provocando. Otra cosa es que, mientras ponemos todo patas arriba, la destrucción de hábitats y extinción de especies acabe también por arrastrarnos hacia el abismo 😕
📖 Encontramos increíbles ejemplos de supervivencia, o de una vida cabezota, entre los animales, las plantas y otros organismos que se han lanzado a desafiar uno de los ambientes más hostiles que hemos creado: las ciudades. Dentro de este club urbanita está el gorrión. En el libro Darwin viene a la ciudad, el biólogo Menno Schilthuizen le dedica estas palabras para explicar el porqué de su éxito: “El Passer domesticus se ha convertido en una especie urbana porque ya se había adaptado a un estilo de vida que, por puro accidente, lo había preparado para los nuevos nichos que hemos creado en la ciudad. El medio urbano ofrece condiciones que por casualidad se parecen en algún aspecto a la forma de vida que tenía la especie en tiempos preurbanos. Y son justamente estas especies las que están “preadaptadas” para los nuevos nichos en las ciudades. Por eso son las primeras en mudarse a vivir allí.” 🏙
Puedes leer más sobre esta noticia del impacto humano aquí 👉 Just 3 per cent of the land on Earth is still ecologically intact
🌳🐅🌳 Formando un cuarteado dosel de árboles. O una maraña de tallos, hojas y ramas. Creando una tela a través de la cual se escurre, para bailar con las sombras, la luz del Sol. Y entre ese baile, se esconde, repta, corre, salta, vuela, crece, compite, devora, es devorada y se descompone. La verás por todas partes, en el día y en la noche. Incluso más allá de la delgada capa de hojarasca y del húmedo barro que puedas excavar con tus manos. Incluso bajo la superficie de ríos imparables o tocando las nubes. Y más allá. Rodeada por el inmenso azul de océanos y mares. Medrando en lo más profundo, en los lugares donde el Sol cede su reino a otras fuerzas. También allí donde solo parece que hay arena y rocas azotadas por el calor. O donde el hielo y el frío reclaman su blanco dominio. O en tu interior, frenético, ordenado y apetitoso para amigos y enemigos. La vida, desafiante y cabezota, se pega a las todas superficies, rugosidades y escondrijos de la Tierra. Sobrevive y evoluciona, en una larga cadena temporal de criaturas que enmudece las décadas, siglos y milenios que puedas contar. Y ahí estás, Homo sapiens, pidiendo respuestas sobre los misterios de la vida. La ciencia tiene las respuestas que exige tu curiosidad. Y aquí, en Myrmarachne, te las relato 🌎 🌍 🌏
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