Microorganismos, algas y toxinas

En un anterior artículo contábamos cómo el exceso de nitrógeno y fósforo pueden convertirse en contaminantes que colapsan los ecosistemas. En este artículo veremos cómo afectan a los microorganismos fotosintéticos acuáticos y a las algas; y sus efectos sobre la sociedad y el medioambiente.

Nuestra primera parada serán las costas de Florida bañadas por las aguas del Golfo de México. Un fenómeno común (suceden todos los años) en esta región son las mareas rojas formadas por dinoflagelados como Karenia brevis, cuya población crece tanto que le da al agua un tono rojizo. Sin embargo, el uso de fertilizantes (para agricultura y césped) y el desarrollo de las ciudades (que vierten aguas residuales y contaminadas con detergentes) están poniendo a disposición de estas microalgas un gran bufet. Y una multitud de estas pequeñas puede suponer un grave problema.

La microscópica Karenia brevis produce un cóctel de neurotoxinas, que generan problemas gastrointestinales y neurológicos a una gran cantidad de organismos marinos. Por ejemplo en el año 2013, 272 manatíes murieron al alimentarse de comida infectada con sus toxinas. Los seres humanos, que somos igual de animales, también podemos sufrir afecciones en el sistema respiratorio por esta especie. Así que cuando se dan las mareas rojas, los autoridades tienen la obligación de poner el precinto a las playas, viéndose así afectado el turismo. Los caladeros también serán cerrados, pues los peces y el marisco vendrán cargados de toxinas. Al año se estiman las pérdidas en 82 millones de dólares americanos.

Marea roja en la La Jolla (California) producida por dinoflajelados.
Marea roja en la La Jolla (California) producida por dinoflajelados. Fotografía: Alejandro Díaz.

Las aguas también se pueden teñir de verde por la proliferación de cianobacterias, que igualmente generan toxinas. El nitrógeno y el fósforo acumulados por las aguas residuales, los fertilizantes y la ganadería fastidiaron una de las fiestas más importantes de EEUU: el Día de la Independencia. Durante el verano de 2016, varias condados de Florida se vieron afectados por esta afloración tóxica que mermó el turismo y les dejó con un desagradable olor a aguas residuales. Las cianobacterias también han hecho suyos gran cantidad de lagos (108 según un estudio internacional) de América del Norte y de Europa. Desde el año 1945 las explosiones de algas se han acelerado, volviéndose una amenaza para para el agua potable. Este boom está en consonancia con el desarrollo urbano y el incremento de la ganadería y la agricultura; pero también se está viendo favorecido gracias al cambio climático. La sopa, calentita y con nutrientes, está resultando muy acogedora para estas pequeñas.

A este bufet también están invitadas las algas y esto tampoco es una buena noticia. Que te toquen cuando te estás bañando sería el menor de tus problemas. En las poblaciones costeras de la provincia de Bretaña (Francia) llevan años enfrentándose a la proliferación de algas verdes. Al principio sólo parecían estropear la vista (tapaban la playa como una gigantesca alfombra verde) pero en el año 2009 un jinete apareció inconsciente y su caballo muerto. La investigación reveló que las algas verdes en descomposición estaban liberando ácido sulfhídrico al aire, que en altas concentraciones puede llevar a la muerte en menos de un minuto. En el verano del 2011 esta región volvió a ser noticia al aparecer casi 30 jabalíes muertos en las playas cubiertas de algas.

Proliferación de cianobacterias. Fuente.
Proliferación de cianobacterias. Fuente.

También por aquella época, durante el 2010, se produjo el desastre del hundimiento de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en el Golfo de México. Para paliar el efecto del vertido de petróleo se usaron dispersantes que facilitaron la disponibilidad de nutrientes. De por sí, esta región ya recibe grandes cantidades de nitrógeno y fósforo del río Misisipi. Este cóctel acabó favoreciendo la proliferación en el Caribe de las algas conocidas como sargazos. ¿Cómo fue eso posible? Las corrientes marinas mantienen a estas algas en circulación entre el Mar de los Sargazos, el Caribe, el Golfo de México (dónde se dan un festín) y la corriente del Golfo. En el año 2015, los países del Caribe acabaron considerando la invasión como un desastre natural. Y es que, además de afear las playas paradisíacas, al descomponerse también liberan ácido sulfhídrico.

Ante semejante panorama, la sociedad y la comunidad científica claman por buscar soluciones que frenen el boom de algas. La solución parece simple: reducir la cantidad de nitrógeno y fósforo que va al agua. Sin embargo, como en tantos problemas medioambientales, requiere del consenso entre varios sectores de la sociedad: agricultura, ganadería, industria, las ciudades, turismo, etc. Por otro lado, debemos vigilar qué se instala en los ecosistemas diezmados. No olvidemos que este crecimiento descontrolado también colapsa comunidades biológicas enteras, dejando nichos para ser aprovechados. Este es el caso de la diatomea didymo (Didymosphenia geminata), que cuando prolifera lo cubre todo con una especie de moco verde. A diferencias de los otros casos que hemos visto, este microorganismo tiene las de ganar cuando el fósforo es escaso en el agua. Y ya está haciendo su aparición en varios ríos del mundo.

Referencias:

La peligrosa marea roja que amenaza las costas de Florida

Unas algas tóxicas vacían de bañistas las playas de cuatro condados de Florida

La actividad humana provoca el crecimiento de algas nocivas en los lagos

When too much green is not green at all

¿De dónde vienen las algas que están invadiendo el Caribe?

El moco verde que está invadiendo los ríos del mundo


🌳🐅🌳 Formando un cuarteado dosel de árboles. O una maraña de tallos, hojas y ramas. Creando una tela a través de la cual se escurre, para bailar con las sombras, la luz del Sol. Y entre ese baile, se esconde, repta, corre, salta, vuela, crece, compite, devora, es devorada y se descompone. La verás por todas partes, en el día y en la noche. Incluso más allá de la delgada capa de hojarasca y del húmedo barro que puedas excavar con tus manos. Incluso bajo la superficie de ríos imparables o tocando las nubes. Y más allá. Rodeada por el inmenso azul de océanos y mares. Medrando en lo más profundo, en los lugares donde el Sol cede su reino a otras fuerzas. También allí donde solo parece que hay arena y rocas azotadas por el calor. O donde el hielo y el frío reclaman su blanco dominio. O en tu interior, frenético, ordenado y apetitoso para amigos y enemigos. La vida, desafiante y cabezota, se pega a las todas superficies, rugosidades y escondrijos de la Tierra. Sobrevive y evoluciona, en una larga cadena temporal de criaturas que enmudece las décadas, siglos y milenios que puedas contar. Y ahí estás, Homo sapiens, pidiendo respuestas sobre los misterios de la vida. La ciencia tiene las respuestas que exige tu curiosidad. Y aquí, en Myrmarachne, te las relato 🌎 🌍 🌏 

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