Popillia japonica es un escarabajo de apenas 15 milímetros que se ha convertido en un gran problema en EEUU.

Popillia japonica, historia de una invasión

La historia que hoy os traigo es larga. Y es que nuestro protagonista lleva más de un siglo siendo un problema. El objetivo de este artículo es mostrar cómo la introducción de una especie invasora puede ser un verdadero callejón sin salida. Para luchar contra ella nos podemos ver abocados (o equivocarnos de manera estrepitosa) a tomar decisiones que no son 100 % óptimas.

El escarabajo japonés (Popillia japonica) es un insecto de apenas 15 milímetros, que supone un verdadero quebradero de cabeza para EEUU. La historia de este coleóptero comienza en Japón, dónde es nativo. Allí vive sin molestar mucho. Sus larvas pasan dos años en el suelo alimentándose de raíces. Cuando es adulto gusta de comer hojas, pero sólo la parte que está entre los nervios. Puede ser el terror de algunas plantas, pero debido al clima y a los depredadores su población está controlada y no da tanto miedo.

En el año 1916 se descubrieron los primeros ejemplares de la especie en Nueva Jersey. Al principio fue algo anecdótico, pero lo cierto es que la especie ya se había lanzado a la invasión del continente. Los primeros escarabajos debieron llegar al país antes de 1912, fecha en la que se restringe la entrada de productos al país. Se cree que su salvoconducto fueron unos bulbos de iris japoneses.

Popillia japonica es un escarabajo de apenas 15 milímetros que se ha convertido en un gran problema en EEUU.
Popillia japonica es un escarabajo de apenas 15 milímetros que se ha convertido en un gran problema en EEUU.

El nuevo ecosistema al que había llegado el escarabajo japonés era un paraíso. En Japón no todo el suelo reúne las condiciones que necesita la especie. Sin embargo, en EEUU la cosa cambiaba: grandes extensiones de pasto para que sus larvas coman raíces de gramíneas y muchos tipos de “plantas con hojas” para los adultos. Tampoco había rastro de sus depredadores naturales y los que allí habitaban aún no le echaban cuenta. Por ello, durante los primeros años las poblaciones se dispararon convirtiéndose en plaga. Tanto es así que en este país el ciclo de vida dura sólo un año en lugar de dos. 

Desde su introducción en América del Norte, el escarabajo japonés ha llegado a EEUU y Canadá. Siendo en el primer país donde crea más estragos y haciendo aparición en trece estados. Tras el boom que supuso su entrada se produjo una ralentización de su avance, debido a las acciones destinadas a controlarlo y a que en algunas zonas las condiciones climáticas no le son favorables. Sin embargo, idénticos climas podemos encontrar en Europa, Asia, América del Sur, Australia, etc. Esta especie supone tal problema que es motivo de cuarentena si se encuentra en un vivero, almacén o transporte aéreo. De momento sólo ha conseguido llegar a la Isla Terceira (Azores) tras escaparse de una base aérea de EEUU a principios de 1970.

Pero ¿cuánto de dañina es esta especie? La gravedad de Popillia japonica radica en que se trata de un animal polífago, es decir que es capaz de comer muchos tipos de plantas. Y no 20 o 50 verduras, sino más de 300 especies vegetales. Entre ellas podemos mencionar la vid, árboles frutales, abedules, tilos, soja, maíz y césped. Alrededor de unas 100 especies con interés comercial se verían afectadas. En estado adulto, es considerado como una de las especies más polífogas que se conocen. En 2002 se calculaba que el control de la especie y reparación de daños suponían unos gastos de 450 millones de dólares anualmente.

Ciclo de vida de Popillia japonica.
Ciclo de vida de Popillia japonica.

La lucha contra esta especie invasora dura ya más de un siglo. En el año 1917 se creó en la Oficina de Entomología de EEUU (ya cerrada) el Laboratorio del Escarabajo Japonés con un claro objetivo: estudiar su biología en su nuevo entorno y encontrar métodos de control o erradicación. Desde entonces, muchos han intentado acabar con él con los más diversos métodos. Pero ninguno ha resultado efectivo al 100%. Aquí vamos a repasar algunos de los más importantes.

Durante los años 1920 y 1933 se importaron cerca de 50 especies de insectos consideradas enemigos naturales de Popillia japonica. La táctica fue sencilla y un tanto cuestionable desde nuestro prisma actual. Simplemente los depredadores fueron soltados allí dónde el escarabajo hacía de las suyas, con la esperanza de que se adaptaran al nuevo ecosistema. De entre ellas, las más prometedoras eran 16 especies de avispas parásitas y 8 de moscas. Al cabo del tiempo sólo quedaron tres y finalmente las únicas que se asentaron fueron Tiphia vernalis (avispa) e Istocheta aldrichi (mosca).

Algunas especies de avispas parásitas, como las del género Tiphia, han sido usadas como control biológico de plagas.
Algunas especies de avispas parásitas, como las del género Tiphia, han sido usadas como control biológico de plagas.

La avispa parásita de Corea y de China (Tiphia vernalis) ataca al escarabajo japonés cuando se encuentra en el estado de larva bajo tierra. La hembra de la avispa rebusca en la tierra hasta encontrar una larva, le inyecta un veneno paralizante y pone en ella un huevo. Tras 25 años de programas de introducción, este himenóptero se acabó estableciendo en el este de EEUU hasta el punto de ser común en las zonas donde está su presa. Sin embargo Istocheta aldrichi, que ataca a los adultos, no se ha adaptado tan bien a los ambientes cálidos, aunque lleva más de 60 años tras la pista de su presa. Pero debido a que Popillia japonica ha acortado su ciclo en EEUU no está del todo sincronizado con él.

Otro método de control biológico es la enfermedad conocida como milky spore producida por la bacteria Paenibacillus popilliae. Este microorganismo se introducen en las larvas cuando éstas comen algo de tierra infectada con esporas. Dentro de ella pasa a su sangre donde se multiplica hasta que se torna de un color blanco leche. La bacteria fue descubierta en 1993 en Nueva Jersey y 1939 se puso un marcha un programa de control de Popillia japonica basado en ella que duró hasta 1953. El método consistía en moler larvas infectadas, secarlas y esparcirlas por el campo. La bacteria también ataca a otras 40 especies de escarabajos, lo que hace pensar en los efectos de este plan en las poblaciones autóctonas. De todas formas, se la considera una de los mejores formas de control a pesar de su difícil cultivo y posible pérdida de virulencia en el campo.

La guerra no fue sólo biológica. También se usaron insecticidas contra el escarabajo japonés. Aunque al principio se trató de cañonazos que se llevaban por delante a todo tipo de fauna y afectaron a la salud de las personas. Este fue el caso del aldrín, que fue usado porque esa barato pero que afectó mortalmente a aves, gatos, ardillas, conejos, peces, etc. Rachel Carson en su libro Primavera silenciosa recoge el testimonio de Ann Boyes, secretaria de la Sociedad Audubon de Detroit:

La primera indicación de que la gente estaba preocupada con la rociadura fue una llamada que yo recibí el domingo por la mañana de una mujer que informaba de que al volver a su casa desde la iglesia había visto una cantidad alarmante de pájaros muertos y moribundos. El insecticida se había pulverizado allí el martes. Añadía que no había ningún pájaro volando por aquel sitio; que ella había encontrado por lo menos una docena [muertos] en el patio trasero de su casa y que sus vecinos acababan de hallar ardillas muertas.

Entre los nematodos podemos encontrar especies que atacan a las larvas de Popillia japonica.
Entre los nematodos podemos encontrar especies que atacan a las larvas de Popillia japonica.

Durante 1970 y 1980 los insecticidas fueron la mejor baza, ya que controlaban todos los estadíos del insecto. Sin embargo, como hemos visto, nos encontramos con una medida que afecta mortalmente a gran parte de la fauna. En la década de 1990 el abanico de insecticidas se fue reduciendo (por restricción o prohibición), ya que primó la protección medioambiental. El caso es que tras estas acciones, cuestionables desde muchos puntos, la especie empezó a ser una plaga menor. Pero seguía suponiendo un problema económico. En este punto se añadieron al arsenal varias especies de nematodos como Heterorhabditis sp, Steinernema glaseri o Neoaplectana carpocapsae, que son efectivas contra las larvas y se venden en preparados comerciales para el tratamiento del césped y jardinería. Aunque volvemos a encontrarnos con un alto costo de producción y determinados requisitos de cría. Eso sí, podría funcionar en sinergia con la enfermedad milky spore.

Mientras se siguen buscando otros candidatos para la lucha biológica (bacterias, protozoos, virus, hongos, insectos y nematodos) también se está desarrollando una guerra química más refinada. El principal foco de atención está puesto en las feromonas. Cuando una hembra virgen sale del suelo emite una gran cantidad de feromonas. Esto atrae a los machos y tras aparearse, la hembra no lo volverá a hacer. Las investigaciones se centran en conocer la biología de su reproducción y las moléculas que están implicadas en el cortejo. Después de ello, se pueden encontrar antagonistas o bloqueadores para impedir su comunicación o atrayentes para atraparlos en trampas.

Otra opción sería estudiar aquellas plantas que presentan alguna resistencia al escarabajo. Estas investigaciones nos podrían ayudar a seleccionar nuevas variedades de plantas. Encontrar nuevas toxinas (por ejemplo de bacterias) o alcaloides (de otras plantas) podría también servir para desarrollar plantas transgénicas resistentes.

Sin embargo, a pesar de todas estas medidas, podemos decir que la especie definitivamente llegó para quedarse. En este punto nos vemos obligados a buscar la manera de controlar su población en vez de erradicarla. Por ello, siempre lo más importante respecto a las especies invasoras es prevenir que sean introducidas.

Referencias:

Primavera silenciosa. Rachel Carson

Biology and management of the Japanese beetle.

Early Detection & Distribution Mapping System.

UC Davis research could lead to no scent, no sex for the Japanese beetle.


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