La contaminación lumínica reduce el tamaño cerebral de las arañas

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Una araña hembra tejedora de jardín australiana (Eriophora transmarina) en su telaraña.
Una araña hembra tejedora de jardín australiana (Eriophora transmarina) en su telaraña. 📷 Thennicke

🕸️ Al amparo de la noche, las arañas tejedoras de orbes de jardín (Eriophora biapicata) han prosperado durante siglos en las cercanías de los ambientes antrópicos australianos. Pero al tomar este camino están siendo moldeadas de forma inesperada. Según un reciente estudio, publicado en Biology Letters, la exposición a la contaminación lumínica reduce significativamente el tamaño del cerebro de estos arácnidos, especialmente las regiones relacionadas con la visión 👀

🕷️ Durante el transcurso de esta investigación, capturaron arañas juveniles en parques relativamente oscuros de Melbourne, Australia. Posteriormente, las criaron en el laboratorio en ambientes de oscuridad o con una iluminación similar al brillo de una farola. De esta forma, tras analizar las arañas con tecnología de microtomografía computarizada, descubrieron que aquellas expuestas a la luz tenían cerebros más pequeños 🧠

🤔 ¿A qué se debe el menor tamaño cerebral? Los propios investigadores explican las hipótesis que barajan en un artículo para The Conversation

«Es posible que la presencia de luz por la noche cree un entorno estresante que altera los procesos hormonales relacionados con el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, si así fuera, cabría esperar que se vieran afectadas todas las partes del cerebro. Una explicación alternativa es que las arañas obligadas a desarrollarse bajo iluminación nocturna cambiaron su inversión en distintas partes del cerebro. El funcionamiento adecuado del cerebro es esencial para que un animal pueda desenvolverse en su entorno, por lo que, en condiciones de estrés, los recursos limitados pueden dirigirse a las partes más importantes del cerebro. Las arañas que no dependen de la visión, como las tejedoras de orbes, pueden compensarlo reduciendo la inversión en las partes visuales del cerebro.»

🌆 De momento, se desconocen qué efectos tendría este cambio sobre el comportamiento de las arañas, su capacidad para cazar presas eficientemente o la posibilidad de sobrevivir en entornos urbanos. De ser así, también podríamos esperar observar efectos sobre los ecosistemas, ya que las arañas no solo son depredadoras esenciales que controlan poblaciones de insectos, sino que también sirven de alimento para otros animales como aves y reptiles 🌙

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