🏙️ El avance de las ciudades representa un desafío para la fauna. Algunos animales, como zorros y mapaches, cuentan con ventajosas cartas para salir victoriosos en ambientes urbanos. Sin embargo, la mayoría de las especies no pueden medrar en dichos escenarios, debido a la larga lista de dificultades que supone sobrevivir en las junglas de cemento y cristal. Aquí deben enfrentar numerosos obstáculos, desde la exposición a la contaminación, hasta colisiones con edificios y evitar el tráfico o a los propios humanos 🚗
🧠 Varios estudios han sugerido que los hábitats urbanos podrían favorecer a las especies con cerebros relativamente más grandes, en proporción al tamaño corporal. De esta forma, dicho rasgo les permite tener comportamientos más flexibles, logrando así adaptarse a la frenética vida en las ciudades. Este fenómeno se ha observado especialmente en aves 🐦
🌆 Sin embargo, el éxito de la colonización urbana también puede deberse a otras causas, como la disponibilidad de comida y la reducción de depredadores, así como la similitud entre los hábitats urbanos y los naturales. Por ejemplo, las aves con una dieta generalista, como gorriones y palomas, tienen más probabilidades de sobrevivir. Aunque esta amplitud de los gustos culinarios también suele asociarse con un mayor tamaño del cerebro y la capacidad de innovación, lo cual nos devuelve a la casilla anterior 🤔
🌊 Las gaviotas son un excelente ejemplo de especies que han prosperado en entornos urbanos. Con cerebros relativamente grandes, estas aves muestran habilidades cognitivas avanzadas, como el aprendizaje por observación, el uso de herramientas y la comprensión de señales humanas para encontrar alimento. Además, algunas gaviotas han desarrollado un comportamiento de cleptoparasitismo, robando comida a las personas incautas 😅
🔍 Un nuevo estudio, liderado por la ecóloga Madeleine Goumas de la Universidad de Exeter, ha revelado una conexión entre el tamaño del cerebro de las gaviotas y su capacidad para prosperar en entornos urbanos. Así lo resumen Neeltje Boogert, etóloga que participó en la investigación: «Descubrimos que las especies de gaviotas con cerebros más grandes tienen más probabilidades de anidar en acantilados, y las especies que anidan en acantilados tienen más probabilidades de reproducirse en áreas urbanas» 😯
🤔 ¿Cuál es la conexión entre el tamaño cerebral y la capacidad para medrar en las ciudades? Las especies que no anidan en acantilados lo hacen exclusivamente en el suelo, mientras que sus contrapartes pueden elegir ambos sitios. Este es el caso de especies como la gaviota sombría (Larus fuscus) o la gaviota argéntea (L. argentatus). Dicho comportamiento flexible a la hora de anidar emerge gracias a su mayor tamaño cerebral, rasgo que también les otorga una ventaja para explorar nuevas áreas, como los tejados de los edificios 🐦🐦🐦
Myrmarachne 
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