Los habitantes del río Estigia se asoman a la superficie

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Proteus anguinus en su ambiente natural
Proteus anguinus en su ambiente natural 📷 Arne Hodalič

🦇 La troglofauna, animales que merodean en el interior de cuevas, comparte una serie de rasgos como ceguera, despigmentación, pérdida del ritmo circadiano o bajo metabolismo. Dichas características nos indican el nivel de especialización para medrar en ambientes subterráneos. De esta forma, estas criaturas son clasificadas en función del grado de adaptación: troglobios (siempre viven en el interior de las cuevas), troglófilos (utilizan las cuevas como un hogar habitual, aunque también se les puede ver fuera de ellas) o trogloxenos (acuden a las cuevas de forma ocasional) 😯 

🌊 Existe, además, otro club para aquellos animales que chapotean y nadan en hábitats acuáticos subterráneos. Se trata de los llamados estigobios, nombre que hace referencia a Estigia, el río mitológico surcado por la barca de Caronte. De entre sus miembros, el olm (Proteus anguinus) es su embajador más emblemático 😍

Uno de los Proteus hallados en los manantiales italianos.
Uno de los Proteus hallados en los manantiales italianos 📷 Matteo Riccardo Di Nicola

🐸 Los Proteus, un tipo de salamandra ciega y pálida, son considerados como habitantes estrictamente subterráneos. La única excepción estaba en las patas de una subespecie, el olm negro (P. anguinus parkelj), habitante de un puñado de manantiales al sur de Eslovenia. Sin embargo, un reciente estudio llevado a cabo en el noreste de Italia ha desafiado dicha noción, demostrando que la frontera entre el mundo troglobio y la superficie es más difusa de lo pensado. Los investigadores hallaron Proteus tanto en cuevas como en manantiales superficiales, durante la noche pero también de día. Algunos de los ejemplares que frecuentaban dichos manantiales se habían alimentado de lombrices de tierra, un tentempié no disponible en las cuevas. ¿Estaban acudiendo al supermercado de la superficie para variar su menú? 🤔

🤨 Además, en uno de los manantiales encontraron una larva, lo cual sugiere la posibilidad de que estos hábitats, gracias a sus intersticios y grietas, tengan alguna utilidad para la reproducción de la especie. De hecho, al nacer, los olm poseen ojos funcionales, que podrían servirles para percibir presas y depredadores en un ambiente crepuscular entre el agua superficial y subterránea 🪱🪱🪱 

👉 Wandering outside of the Styx: Surface activity of an iconic subterranean vertebrate, the olm (Proteus anguinus) (Ecology)

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