
🌏 A lo largo del siglo XIX, el avance de los conejos en Australia resultó imparable. La abrumadora situación obligó a los colonos a rascarse los bolsillos y las cabezas en busca de soluciones 🤔
💰 De hecho, las autoridades llegaron a crear la Intercolonial Rabbit Commission´s, desde donde ofrecerían en 1887 una recompensa de 25.000 libras para quien pusiera sobre la mesa un proyecto de control efectivo. El propio Louis Pasteur trató de probar suerte con la bacteria Pasteurella multocida, la cual había aislado en 1880 y que provoca el cólera en aves de corral. No surtió efecto alguno 🦠
⚒ Richard Stevenson, político australiano nacido en Inglaterra, sugirió en 1884 la construcción por parte del gobierno de una larga valla. La cerca, hecha de alambre, debía erigirse a lo largo de la frontera de Nueva Gales del Sur, para así evitar la invasión de conejos que había partido desde Victoria 🐇🐇🐇
😂 La sugerencia fue recibida con cierta sorna entre sus contemporáneos. En el periódico The Queensland Figaro publicaron esta viñeta, donde describen el probable uso que harían los conejos de la susodicha valla: jugar al tenis 🎾

🐇🐇🐇 Sin embargo, debido a la sorpresiva colonización de lagomorfos, la valla se convirtió en un proyecto real. Comenzó a construirse en el año 1901, para proteger el territorio de Australia Occidental, el cual representaba una “estrecha” franja del continente aún no colonizada. En el momento de ser completada, allá por 1907, contaba con una longitud de 1833 km. Por aquel entonces fue la valla ininterrumpida más larga del mundo 😮
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