
🐵 ¿Sabías que los monos capuchinos (Sapajus libidinosus) pueden usar herramientas? En el Parque nacional de la Sierra de la Capibara, en Brasil, existen poblaciones de esta especie que han sido observadas usando distintas herramientas de piedra para conseguir comida. Una escena que, en una suerte de rima evolutiva, recuerda a la de nuestros antepasados dominando la piedra 🐒🐒🐒
🌎 Los monos capuchinos de esta región se encuentran inmersos en un hábitat dominado por matorrales y bosques espinosos. Allí han aprendido a usar herramientas de piedra para abrir semillas y nueces, que machacan con una piedra mientras usan otra a modo de yunque. También pueden utilizar las piedras para cavar en búsqueda de tubérculos, raíces y pequeños animales 😮
🗿 Otro de los comportamientos documentados consiste en chocar unas piedras con otras. El polvo producido durante este proceso es ingerido e incluso se lo aplican en el cuerpo. ¿A qué se debe esta conducta? 🤔 Una de las hipótesis que se baraja es que el cuarzo les ayudaría a combatir los parásitos internos y externos como los piojos. También se les ha visto manejar ramitas y palos a modo de utensilios. Por ejemplo, tras servirse de una piedra para agrandar una grieta, pueden tomar una ramita con la que rebuscar comida en el agujero 😮
🌳 Todas estas escenas se han registrado sólo en los monos capuchinos que viven en las sabanas de Brasil. Dichas poblaciones tienen un estilo de vida más terrestre que sus hermanos, localizados en las selvas amazónicas o atlánticas y que, además de ser principalmente arborícolas, no usan herramientas 🌎🌍🌏
Puedes leer más sobre esta noticia aquí 👉 Behavior of wild capuchin monkeys can be identified by marks left on their tools
🌳🐅🌳 Formando un cuarteado dosel de árboles. O una maraña de tallos, hojas y ramas. Creando una tela a través de la cual se escurre, para bailar con las sombras, la luz del Sol. Y entre ese baile, se esconde, repta, corre, salta, vuela, crece, compite, devora, es devorada y se descompone. La verás por todas partes, en el día y en la noche. Incluso más allá de la delgada capa de hojarasca y del húmedo barro que puedas excavar con tus manos. Incluso bajo la superficie de ríos imparables o tocando las nubes. Y más allá. Rodeada por el inmenso azul de océanos y mares. Medrando en lo más profundo, en los lugares donde el Sol cede su reino a otras fuerzas. También allí donde solo parece que hay arena y rocas azotadas por el calor. O donde el hielo y el frío reclaman su blanco dominio. O en tu interior, frenético, ordenado y apetitoso para amigos y enemigos. La vida, desafiante y cabezota, se pega a las todas superficies, rugosidades y escondrijos de la Tierra. Sobrevive y evoluciona, en una larga cadena temporal de criaturas que enmudece las décadas, siglos y milenios que puedas contar. Y ahí estás, Homo sapiens, pidiendo respuestas sobre los misterios de la vida. La ciencia tiene las respuestas que exige tu curiosidad. Y aquí, en Myrmarachne, te las relato 🌎 🌍 🌏
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