Las moscas blancas tienen un gen vegetal

Adultos de mosca blanca (Bemisia tabaci)
Adultos de mosca blanca (Bemisia tabaci) 📷 Stephen Ausmus

🌳🌳🌳 Hace aproximadamente 35 millones de años, un minúsculo Prometeo de alas blancas y corazón de insecto, robó un gen vegetal para su especie. Aquel fragmento de ADN les confirió la posibilidad de alimentarse de las plantas sin sucumbir a sus defensas químicas. Un secreto que en la actualidad les ha permitido desafiar a los humanos devorando sus cultivos 🤨

🌱 Las moscas blancas (Bemisia tabaci) son un complejo de especies que engloba alrededor de treinta especies crípticas. Están en el punto de mira de los humanos porque son extremadamente polífagas, llegando a alimentarse de más de 600 especies de plantas diferentes. Un equipo de investigación chino ha descubierto que parte de su éxito se debe a que han incorporado ADN de plantas en su genoma 😮

🧬 Este extraño suceso es conocido como transferencia horizontal de genes. Concretamente, las moscas blancas han robado el gen BtPMaT1, el cual se cree actúa impidiendo que las células vegetales sufran los efectos de sus propias toxinas. Pero en las manos de los insectos, les confiere la posibilidad de degradar las mortales moléculas y alimentarse de las plantas 😋    

🤔 ¿Cómo ha podido ocurrir este robo? En realidad fue una cuestión de suerte para los insectos, ya que ellos no tienen la capacidad de tomar genes ajenos. Se cree que tuvo que estar implicado algún virus que, tras viajar por las entrañas de una planta, se replicó en el interior de una célula vegetal y tomó por error el gen. Posteriormente, los virus resultantes integraron de alguna forma el gen en el genoma de las moscas blancas 🙃   

🌿 Tal como indican sus descubridores, se trata de un evento extremadamente improbable. Sin embargo, debemos pensar en los millones de años que miles de millones de insectos, virus y plantas llevan interactuando entre sí. Entre tantas posibilidades, solo bastaba que este suceso ocurriera una sola vez para ser impulsado por la evolución 🌎🌍🌏

Puedes leer más sobre esta noticia aquí 👉 Plant gene found in insect, shields it from leaf toxins


🌳🐅🌳 Formando un cuarteado dosel de árboles. O una maraña de tallos, hojas y ramas. Creando una tela a través de la cual se escurre, para bailar con las sombras, la luz del Sol. Y entre ese baile, se esconde, repta, corre, salta, vuela, crece, compite, devora, es devorada y se descompone. La verás por todas partes, en el día y en la noche. Incluso más allá de la delgada capa de hojarasca y del húmedo barro que puedas excavar con tus manos. Incluso bajo la superficie de ríos imparables o tocando las nubes. Y más allá. Rodeada por el inmenso azul de océanos y mares. Medrando en lo más profundo, en los lugares donde el Sol cede su reino a otras fuerzas. También allí donde solo parece que hay arena y rocas azotadas por el calor. O donde el hielo y el frío reclaman su blanco dominio. O en tu interior, frenético, ordenado y apetitoso para amigos y enemigos. La vida, desafiante y cabezota, se pega a las todas superficies, rugosidades y escondrijos de la Tierra. Sobrevive y evoluciona, en una larga cadena temporal de criaturas que enmudece las décadas, siglos y milenios que puedas contar. Y ahí estás, Homo sapiens, pidiendo respuestas sobre los misterios de la vida. La ciencia tiene las respuestas que exige tu curiosidad. Y aquí, en Myrmarachne, te las relato 🌎 🌍 🌏 

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