
Cerca de los ríos y riachuelos de Costa Rica y Panamá podemos encontrar al anolis de agua (Anolis aquaticus) 🦎 Este pequeño reptil pasa el tiempo sobre troncos, rocas y la vegetación que encuentra en la rivera, alimentándose de insectos. Cuando detecta a un posible depredador, huye sumergiéndose bajo el agua 🦎💦
Lindsey Swierk, investigadora de la Universidad de Yale, observó que estos anolis podían pasar hasta 16 minutos sumergidos en el agua 🤔 Armada con una cámara acuática, descubrió que Anolis aquaticus no aguanta la respiración, sino que cuenta con la ayuda de una burbuja de aire que recubre su cabeza 😮 Esta adaptación les permite burlar a los depredadores y puede que también les ayude a cazar pequeños insectos acuáticos.
Swierk sospecha que en la parte superior de la cabeza del anolis, podríamos encontrar adaptaciones morfológicas para mantener la burbuja. La especie ya presenta otras adaptaciones que les facilita la locomoción en el agua, como extremidades traseras más largas y colas comprimidas lateralmente 🦎
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‘Scuba-diving’ lizard can stay underwater for 16 minutes
🌳🐅🌳 Formando un cuarteado dosel de árboles. O una maraña de tallos, hojas y ramas. Creando una tela a través de la cual se escurre, para bailar con las sombras, la luz del Sol. Y entre ese baile, se esconde, repta, corre, salta, vuela, crece, compite, devora, es devorada y se descompone. La verás por todas partes, en el día y en la noche. Incluso más allá de la delgada capa de hojarasca y del húmedo barro que puedas excavar con tus manos. Incluso bajo la superficie de ríos imparables o tocando las nubes. Y más allá. Rodeada por el inmenso azul de océanos y mares. Medrando en lo más profundo, en los lugares donde el Sol cede su reino a otras fuerzas. También allí donde solo parece que hay arena y rocas azotadas por el calor. O donde el hielo y el frío reclaman su blanco dominio. O en tu interior, frenético, ordenado y apetitoso para amigos y enemigos. La vida, desafiante y cabezota, se pega a las todas superficies, rugosidades y escondrijos de la Tierra. Sobrevive y evoluciona, en una larga cadena temporal de criaturas que enmudece las décadas, siglos y milenios que puedas contar. Y ahí estás, Homo sapiens, pidiendo respuestas sobre los misterios de la vida. La ciencia tiene las respuestas que exige tu curiosidad. Y aquí, en Myrmarachne, te las relato 🌎 🌍 🌏
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