Plantas que se disfrazan de plantas

Los muérdagos viven sobre los árboles a los que les roban agua y nutrientes. Crédito: Wim Turnhout.
Los muérdagos viven sobre los árboles a los que les roban agua y nutrientes. Crédito: Wim Turnhout.

Seguro que ya sabes eso de que el muérdago, la famosa planta del beso, es en realidad una especie parásita de otra plantas. Tanto la especie europea (Viscum album) como la norteamericana (Phoradendron leucarpum) usan una estructura conocida como haustorio, que penetra en la planta huésped para robarle agua y nutrientes. Gracias a las pruebas moleculares, sabemos que la estrategia “muérdago” ha evolucionado al menos cinco veces en plantas que se encuentran en todos los continentes (menos la Antártida). En Australia es donde más especies de muérdago encontramos. Y allí comenzamos nuestro viaje para conocer a las plantas que se disfrazan de plantas.

Entre los muérdagos australianos encontramos una increíble estrategia: son capaces de imitar la forma, el tamaño y la distribución de las hojas de los árboles que parasitan. Por ejemplo, la especie Amyema cambagei podemos encontrarla viviendo sobre el roble de río o casuarina (Casuarina cunninghamiana), una especie que se asemeja a un pino. El muérdago es capaz de imitar las ramillas verdes, que en las casuarinas se encargan de realizar la fotosíntesis, de manera que nos será difícil distinguir el parásito del huésped, a menos que el primero tenga flores y frutos. Otra especie, Dendrophthoe homoplastica, puede imitar las hojas redondeadas del eucalipto Eucalyptus shirleyi ¿Para qué les sirve esta estrategia? La hipótesis más barajada es que les ofrece alguna protección contra los herbívoros, aunque aún desconocemos la razón exacta.

¿Los muérdagos australianos te han parecido lo más? Pues ellos se conforman con un disfraz, a lo sumo dos, de la especie huésped con la que coevolucionan ¿Y si te digo que hay una planta con 12 disfraces en su armario? Esta sorprendente adaptación la encontramos en la enredadera Boquila trifoliolata, una especie endémica de Chile y Argentina. Se trata de la primera planta documentada con polimorfismo mimético, siendo capaz de imitar el tamaño, la forma, el color, la orientación e incluso los nervios de las hojas de al menos 12 especies de árboles. Además, un individuo de Boquila trifoliolata puede parecerse a varias especies a la vez si está creciendo sobre varios árboles, imitándolos de forma secuencial.

La enredadera Boquila trifoliolata es capaz de imitar las hojas de los árboles sobre los que crece para evitar a los herbívoros. Crédito: Inao.
La enredadera Boquila trifoliolata es capaz de imitar las hojas de los árboles sobre los que crece para evitar a los herbívoros. Crédito: Inao.

Como hemos comentado anteriormente, los muérdagos australianos usan conexiones fisiológicas con el árbol huésped, lo que podría facilitar la identificación de la especie y su imitación. Sin embargo, Boquila trifoliolata sólo crece sobre los árboles, sin robarles nutrientes o agua, y solamente teniendo en contacto sus tallos con los troncos y ramas. Aún así, puede identificar a la especie que está escalando. Incluso cuando no está trepando a ningún huésped, la planta es capaz de imitar a las otras especies. ¿Cómo es esto posible? Se desconoce aún el mecanismo que lleva a cabo la especie, pero la hipótesis más probable es que la enredadera detecta ciertos compuestos volátiles que emiten los hospedadores. Es como si Boquila trifoliolata olfateara el aroma de las plantas que trepa y así decidir qué disfraz ponerse.

Lo que sí parece seguro es que la estrategia de la enredadera le permite esquivar a los gorgojos, los herbívoros que principalmente se alimentan de ella. La investigación demostró que la herbivoría era mayor en aquellos individuos que no estaban asociados a ningún árbol. Mientras que los ejemplares que vivían disfrazados entre los árboles sufrían menos el apetito de los insectos.

Más información:

Leaf Mimicry in a Climbing Plant Protects against Herbivory

Host‐parasite resemblance in Australian mistletoes: the case for cryptic mimicry

Australian National Botanic Gardens


🌳🐅🌳 Formando un cuarteado dosel de árboles. O una maraña de tallos, hojas y ramas. Creando una tela a través de la cual se escurre, para bailar con las sombras, la luz del Sol. Y entre ese baile, se esconde, repta, corre, salta, vuela, crece, compite, devora, es devorada y se descompone. La verás por todas partes, en el día y en la noche. Incluso más allá de la delgada capa de hojarasca y del húmedo barro que puedas excavar con tus manos. Incluso bajo la superficie de ríos imparables o tocando las nubes. Y más allá. Rodeada por el inmenso azul de océanos y mares. Medrando en lo más profundo, en los lugares donde el Sol cede su reino a otras fuerzas. También allí donde solo parece que hay arena y rocas azotadas por el calor. O donde el hielo y el frío reclaman su blanco dominio. O en tu interior, frenético, ordenado y apetitoso para amigos y enemigos. La vida, desafiante y cabezota, se pega a las todas superficies, rugosidades y escondrijos de la Tierra. Sobrevive y evoluciona, en una larga cadena temporal de criaturas que enmudece las décadas, siglos y milenios que puedas contar. Y ahí estás, Homo sapiens, pidiendo respuestas sobre los misterios de la vida. La ciencia tiene las respuestas que exige tu curiosidad. Y aquí, en Myrmarachne, te las relato 🌎 🌍 🌏 

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